Description
Book Description La corrupción y el blanqueo de capitales protagonizan el nuevo caso del comisario Kostas Jaritos. About the Author Petros Márkaris (Estambul, 1937) es famoso por la serie de novelas policiacas protagonizadas por Kostas Jaritos: Noticias de la noche, Defensa cerrada, Suicidio perfecto, El accionista mayoritario, Muerte en Estambul y la exitosa Trilogía de la Crisis ―compuesta por Con el agua al cuello, Liquidación final y Pan, educación, libertad―, a la que le siguen Hasta aquí hemos llegado, Offshore, Universidad para asesinos, La hora de los hipócritas y Ética para inversores. En La muerte de Ulises, Márkaris nos deleitó con tres casos policiacos y otros relatos de candente actualidad sobre la emigración forzosa; en Próxima parada, Atenas, nos ofreció una guía muy personal por la capital griega, y en el volumen de relatos titulado Cuarentena nos sumerge de lleno en la pandemia actual.
Features & Highlights
- La corrupción y el blanqueo de capitales protagonizan el nuevo caso del comisario Kostas Jaritos.
- En una Grecia que, misteriosamente, empieza a experimentar una gran recuperación económica, un funcionario de la Secretaría de Estado de Turismo aparece muerto en su casa, atado a una silla y con un tiro en la cabeza. Todo apunta a un robo que se torció, pero el comisario Jaritos no descarta que se trate de un ajuste de cuentas. Cuando las indagaciones le llevan a descubrir que la víctima estaba ligada a tráficos ilegales, los agentes detienen a dos inmigrantes que, acusados del asesinato, confiesan que, efectivamente, intentaron perpetrar un robo. El nuevo subdirector general presiona a Jaritos –como siempre, muy escéptico– para que cierre el caso. Y entonces se produce un nuevo asesinato: un famoso armador griego. Después de la «Tetralogía de la Crisis», Márkaris desafía a un comisario Jaritos desbordado por los acontecimientos a resolver varios crímenes investigando por su cuenta y riesgo, poniendo en peligro su propia carrera en la policía, para esclarecer casos que demuestran que los «nuevos» poderes tienen al país atado de pies y manos.





